"Teoría del Conocimiento" de Diego Sánchez Meca es un libro muy sustancial de filosofía, con abundantes méritos. Pero tiene imperfecciones, como todo. Una de estas concierne a la interpretación de una tesis de Martin Heidegger concerniente al ser y a la esencia:
«El ser es, pues, algo distinto de la esencia. La esencia es el ente, pero no es el ser. Esta diferencia entre el ser y el ente es lo que Heidegger llama diferencia ontológica. Tanto las realidades como las esencias de Husserl pertenecen al dominio de lo óntico, sin entrar en el ámbito de lo ontológico. Por tanto, la actitud fenomenológica no es, desde este punto de vista, suficientemente radical. »(Diego Sánchez Meca, Teoría del Conocimiento, pag. 385, Dykinson, Madrid, 2001; la letra itálica es puesta por mí.)
Importa aclarar la distinción entre ser y ente: ¿es como la distinción entre género y especie, o sea, es una diferencia específica? ¿ O es como la distinción entre género y sustancia individual, individuo concreto? ¿O es como la distinción entre dos géneros, extrínsecos mutuamente? O es como la distinción entre universal supra- genérico y ente individualizado? Sostengo que, en el planteamiento de Heidegger, se trata de este último caso, es decir, el ser lleva dentro todos los entes a la vez que transciende cada uno de ellos, principiando por el primer de los entes, el ser ahí (Dasein) o cada hombre.
Heidegger sigue Aristóteles al definir el "ser" - "lo que es", no exactamente lo mismo que "ser" - , como un universal por encima de los géneros o grandes agrupaciones de especies:
«El ser, tema fundamental de la filosofía, no es el género de ningún ente, y sin embargo toca a todo ente. Hay que buscar más alto su "universalidad". El ser y su estructura están por encima de todo ente y de toda posible determinación de un ente que sea ella misma ente. El ser es lo transcendens pura y simplemente. La trascendencia del ser del "ser ahí" es una señalada trascendencia, en cuanto que implica la posibilidad y la necesidad de la más radical individuación. Todo abrir el ser en cuanto transcendens es conocimiento trascendental.»Heidegger, El Ser y el Tiempo, Pág. 48-49, Fondo de Cultura Económica, Madrid; la letra negrita es puesta por mí).
Nótese la expresión de Heidegger: « El ser y su estructura». ¿Qué significa? Simplemente lo siguiente: «La existencia (el ser) y su esencia (la estructura).» La existencia, a mi opinión, se divide en materia indeterminada (el ser puro) y esencia general de los entes (el ser en sus modos). La esencia de la existencia es la red que articula las diferentes esencias de los entes, interna y externamente. El ser no es solo existencia, sino existencia con sus modos (esencia general o estructura). Esto no es aclarado por Heidegger en su hermético discurso que teje la columna vertebral del pensamiento plasmado en «El Ser y el Tiempo».
Heidegger admite que no hay ser desconectado de los entes y que el "ser ahí", esto es, cada hombre, tiene el ser o una porción del ser en su amago:
«Ser es en todo caso el ser de un ente.» (Heidegger, El Ser y el Tiempo, pág. 18, Fondo de Cultura Económica).
«Las ciencias tienen, en cuanto modos de conducirse el hombre, la forma de ser de este ente (el hombre). Este ente lo designamos con el término "ser ahí" (Dasein). La investigación científica no es la única ni la más inmediata forma posible de ser este ente. El "ser ahí" mismo es, encima, señalado entre todos los entes.» ( )«El "ser ahí" es un ente que no se limita a ponerse delante de los otros entes. Es, antes bien, un ente ónticamente señalado porque en su ser le va este su ser.» ( Ibíd., p. 21)
Heidegger atribuye un sentido algo místico al termino "ser", aunque garantiza que no mienta Díos. Considerar el "ser" como díos fue una desviación teológica en la historia de la filosofía, una sustitución del ser por el ente metafísico "Díos".
Por ende, repito que hay una imprecisión en lo que Sánchez Meca describe como el ser según Heidegger "distinto a la esencia": este "ser" es, a la vez, la existencia general (no esencia de esto o aquello, sino materia indefinible) y la estructura o esencia general que atraviesa todos los entes. Pero la culpa de esa imprecisión no puede ser imputada exclusivamente a Sánchez Meca, sino al mismo Heidegger que juega con la palabra "ser", no desvelando a cada paso su doble sentido.
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Lo que es" , término que en griego se decía tó on, designa lo que tiene ser, lo que existe, el ser siendo. Comporta, en la doctrina de Aristóteles, varios sentidos: ser por sí mismo (ejemplo: Sócrates es hombre), ser accidentalmente (ejemplo: Sócrates es músico); ser verdadero; ser en acto, ser en potencia, etc. .
«Además, y respecto de estos sentidos enumerados, "ser" y "lo que es" significan tanto lo que se dice que es en potencia como lo que se dice que es ya plenamente realizado (...) Y lo mismo en el caso de las sustancias: también, desde luego, decimos que en la piedra es (tá) la estatua de Hermes, y que (en la línea) es (tá) la semilínea, y que es trigo lo no madurado aún». (Aristóteles, Metafísica, Libro V, 1017 a-b)
Lo importante es que lo que es precede ontológicamente el qué-es o, al menos, son simultaneos en su génesis.
Platón, en un pasaje del Fédon, identifica lo que es con realidad y distingue el alma, una esencia móvil, por supuesto, de su realidad inmóvil:
«Pues lo que se vino a decir fue que nuestra alma existía antes incluso de venir a parar al cuerpo, de la misma manera que existe su realidad, que tiene por nombre el de lo que es.» (Platón, Fédon, 92 d).
En la Baja Edad Media, Boecio invirtió el sentido de "lo que es" disociándolo del "ser": "lo que es" mienta, en Boecio, el quid, el qué-es, la esencia, el ser determinado, lo que no sucedía en el pensamiento de Platón y Aristóteles.
«Son algo diverso el ser (esse) y lo que es (id quod est); pues el ser mismo todavía no es: en cambio, lo que es, una vez recibida la forma de ser, es y tiene consistencia. Lo que es puede participar de algo, pero el ser mismo no participa de nada; pues la participación tiene lugar cuando ya se es, y se es cuando se ha recibido el ser.» (Boecio, Sobre las semanas, in Clemente Fernández, Los filósofos medievales, I, Pag. 548; la letra negrita es añadida por nosotros).
Este pensamiento de Boecio es, además, incoherente, falacioso, puesto que utiliza de modo ambiguo el término "es", aquí como forma ("lo que es") allá como existencia sin forma ("es", "ser"): según él, en el punto inicial, nada es, ni el ser - existencia en potencia que aún no se concretizó- ni lo que es - la esencia, la cosa determinada. ¿Que contenido tiene pues "lo que es", en tal momento, si no tiene ser? ¿Como puede el ser, que aún no es, adquirir ser al hundirse con lo que es, si este no tiene aún ser, consistencia? ¿Cero adicionado de cero puede producir uno? "Lo que es" de Boecio representa el qué-es de la filosofía de Aristóteles pero, en modo confuso, ya que en Aristóteles las formas, qué-es inmutables, tienen en si mismas ser, realidad existencial, mientras en Boecio las formas esenciales esperan por el ser.
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Richard M.Hare atribuye a Platón una incapacidad de distinguir entre el «es» que significa existencia y el «es» que significa predicación, es decir, pertenencia a una esencia.
«El falso objecto de creencia "no es" lo que pretende ser; y Platón, debido a que no distinguió en un principio entre el "es" que significa lo mismo que "existe" (como en «el Imperio Britanico ya no es») y el «es» que expresa predicación (la cópula, como «él es alto») se encuentra en un aprieto de si cuando tenemos falsas creencias, estamos viendo o captando lo que no es, y por consiguiente si, cuando hacemos esto, no tenemos en absoluto cosa alguna en la mente. Pero si no tenemos nada delante de la mente, ¿cómo podemos estar creyendo algo? El resultado parece ser paradójico, que no podemos tener falsa creencia.» (, R.M.Hare, Platón, Alianza Editorial, pag 61; el bold es nuestro).
En la República de Platon se aborda el enunciado verdadero como el que designa lo que es:
«Sócrates- ¿No existirá, pues, un enunciado verdadero y un enunciado falso?
Hermógenes- Desde luego.
Sócrates-¿ Y no sería verdadero el que designa las realidades como son y falso el que las designa como no son?
Hermógenes- Sí.
Sócrates- ¿ Es portanto posible decir en un enunciado lo que es y lo que no es?
Hermógenes- Ciertamente.
(Platón, Crátilo, in Apologia de Sócrates, Ménon, Crátilo, Alianza Editorial, pag 130)
Designar las realidades como son es función de los verbos ser, pertenecer y otros («es», «fue», «será», «pertenece a», etc) que predican, exprimen una relación entre el sujeto y un otro objecto o calidad, exprimen un como - el «es» aqui tiene sin duda, un significado de cópula, que une el sujeto a una otra entidad, especie o género. Y la cópula el el eje de la verdad de la proposición.
Decir lo que es, es decir la verdad. Verdadero es decir lo que es. Y esto es esencia y existencia.
Para Platón, el «es» designa la forma estable, sin movimiento - esencia que existe al máximo grado - y la pertenencia a esa esencia (género o especie). Y el «no es» designa el movimiento y la no pertenencia a la forma inmutable.
En La República, Platón escribió:
«-Luego si la ciencia tiene por objecto el ser, y la ignorancia el no-ser, es preciso buscar, respecto a lo que ocupa el medio entre el ser y el no-ser, una manera de conocer que sea intermediaria entre la ciencia y la ignorancia, suponiendo que la haya.
- Sin duda.
- ¿ Sostendremos que hay algo llamado opinión?
- Y ¿como no?
- ¿ Es una facultad distinta de la ciencia, o bien la misma?
- Es distinta.
(...)
-La ciencia, ¿no tiene por objecto lo que existe para conorcelo como existe?
-Sí.»
(Platón, La República o El Estado, 477-478, Austral, pag 250-251; el bold es nuestro)
Que es el ser, de que Platón habla? Es lo que es, lo que existe. Es esencia o forma en su existencia suprasensible ( el Bien, el Bello, el Triangulo, el Justo, el Círculo, etc).
En el fondo, ser significa forma y no-ser significa sin forma. La ignorancia es lo que no tiene forma, el no ser. Por eso, la ignorancia «no es»: se traduce en una existencia negativa sin esencia, un movimiento de los sentidos, de la sin razón. El hecho de que el error «no es» no significa que no exista error - porque el error está en la opinión - sino que no existe en la region de la verdad, el suprasensible, el contenido que vehicula. En el ser, la esencia-forma pesa más que la existencia-lugar, es decir, «el es» menta más la forma que el lugar, aunque abarca ambos. En el no-ser, la existencia-lugar pesa más que lo sin forma, es decir, el no ser expresa más el lugar que la no forma, aunque se compone de ambos. Son contradictorios.
Sin duda, al revés de lo que postula R.M.Hare, Platón distinguió entre «es» (predicación, inclusión o exclusión de A en B) y «lo que es» (ser, existencia de formas). Imposible que no lo hiciera. Además, Pármenides había ya hecho esa distinción: «El ser es...no fue en el pasado, y no será, pues es ahora todo a la vez, uno, continuo » , postulado ontológico-existencial puro. Y atribuye forma esférica al ser (postulado esencial) :«Pero, puesto que su límite es el último, es completo por doquier, semejante a la masa de una esfera bien redonda, igual em fuerza a partir del centro por todas partes » (Fragmento 8, v.42, Simplício, Fís 146, 15). Entonces «es» significa, para Parménides, dos cosas distintas, la primeira un verbo, la segunda un sustantivo:
1) Existe.
2) Esfera llena, continua, inmóvil, no generada, inmutable, indestructible, inteligible.
Si la ciencia tiene por objecto lo que existe, - «lo que es» - para conocerlo «cómo existe» - «cómo es» - este modo supone el «es» predicado. El cómo necesita el puente del «es» entre la substancia individual y su espécie o género. El sustantivo necesita el verbo. Platón conocia los dos sentidos del término «es».
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