En su célebre Diccionario de Filosofía, José Ferrater Mora comete errores al tratar del tema idealismo. Escribe:
«En el centro del pensamiento idealista se encuentra Kant. Éste rechaza el idealismo problemático de Descartes y el idealismo dogmático de Berkeley, si bien encuentra el primero más justificado que el segundo. Pero el rechazo de estas formas de idealismo no le impide formular su proprio idealismo, el único que estima aceptable: el idealismo trascendental. Éste consiste en poner de relieve la función de lo «puesto» en el conocimento. El idealismo trascendental (o formal) kantiano se distingue, pues, de lo que Kant llama "idealismo material" en lo que no es incompatible con el "realismo empírico", antes bien alcanza a justificar este último. No se afirma, por tanto, que los objectos externos no existen o que su existencia es problemática; se afirma únicamente que la existencia de los objetos externos no es cognoscible mediante percepción inmediata. El idealismo trascendental kantiano no funda el conocimiento en lo dado (VÉASE), sino que, en todo caso, hace de lo dado una función de lo puesto.»
(José Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía, Ariel, Tomo II, E-J, pag. 1737; la negrita es destacada por nosotros)
Al contrario de lo que sostiene Ferrater Mora, el idealismo de Kant es un idealismo material, absolutamente lo mismo que el de Berkeley, en esencia. Hay diferencias inesenciales, por supuesto: Kant habla de categorías del entendimiento, de espacio y tiempo como formas a priori de la sensibilidad, es decir, modos irreales de los seres irreales (fenomenos) pero Berkeley sostiene, al igual, que el espacio y el tiempo no son objetivos, reales en sí mismos. Y ésto es tan claro como para percibir el siguiente texto de Kant :
«De hecho, la materia, cuya unidad con el alma plantea grandes dificultades, no es más que una forma simple o un simple modo de representación de un objeto desconocido, formado por esa intuición que llamamos sentido externo. Por lo tanto, debe haber algo fuera de nosotros a lo que corresponde el fenómeno que llamamos materia ". (Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, edición portuguesa, Fundación Calouste Gulbenkianpáginas 361-362, nota de pie de página; el destaque en negrita es puesto por mí)
Y aún escribió Kant:
«Debemos sin embargo recordar que los cuerpos no son objetos en sí mismos, que están presentes a nosotros, sino una simple manifestación fenoménica, quién sabe de qué objeto desconocido ... que por lo tanto no es el movimiento de la materia lo que produce en nosotros, representaciones, sino que él mismo (y por lo tanto también la materia que se vuelve cognoscible) es mera representación ... "(Kant, Crítica de la razón pura, Fundación Calouste Gulbenkian, Lisboa, pp 363-364 Nota de pie de página; la negrita es puesta por mí). .
Resulta claro que la materia y el movimiento no existen fuera de nosotros, más allá de nuestra percepción sensible. No son más que "ideas", sensaciones. El númeno (Díos, alma, libertad, mundo como totalidad, etc) no es hecho de materia. No hay árboles-númenos, ni montañas-númenos, ni hierro-númeno, ni piedra-númeno. El hierro, la piedra, el árbol de madera y hojas son fenómenos, estan dentro del espacio (subjetivo) inventado por el hombre, no son sino representaciones en nosotros de un «objeto desconocido» no material, es decir, espiritual, metafísico.
Por tanto, el idealismo de Kant es justo lo mismo que el de Berkeley, ya que ambos dicen que la materia es representación (sensación o ideia subjetiva). Pero esto no es comprendido por la comunidad académica, desde Karl Popper hasta Saul Kripke y Heidegger, desde Husserl hasta Ferrater Mora y Olavo de Carvalho, comunidad que puede considerarse «burra», necia por su incapacidad de percibir la leyes de la analogía y del uno en el marco de las filosofías de Berkeley y Kant.
Berkeley dijo que «ser es ser percebido» y Kant sostuvo que «ser fenómeno, es decir, casa, árbol, cuerpo humano, etc, es ser percibido».
Kant lo comprendió, sí, pero se burló de Berkeley imitandole en su idealismo, añadindo a éste conceptos como formas a priori, categorías, trascendental, etc., aunque ridicularizando al filósofo irlandés al que calificó de idealista dogmático. Pero Kant era tan idealista dogmático como Berkeley. El término idealismo trascendental no se opone como contrario a idealismo material: trascendental es el contrario de empirico, mienta el a priori, mienta que hay un idealismo material que habla de conocimentos innatos como los triangulos, círculos, números, como es el caso de Kant.
Kant fue deshonesto respecto a Berkeley quien es el verdadero creador del idealismo moderno material. Lo que Kant llama de "realismo empirico" no es más que idealismo material: la expresión «realismo empírico» mienta que los sentidos perciben como reales los cuerpos físicos a pesar de que no lo son, es decir, el entendimiento sabe que esos objetos son meras construciones de las categorías y de la sensibilidad con el espacio y el tiempo subjetivos y la imaginación. Pero Ferrater Mora y la generalidad de los académicos no han comprendido el significado de «realismo empírico» como falso realismo.
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