José Ortega y Gasset (9 de Maio de 1883, Madrid; 18 de Outubro de 1955) fue el gran filósofo existencialista español de la primera mitad del siglo XX. El existencialismo se opone a la teoría de la predestinación que quita la voluntad libre a los hombres y los somete a fuerzas superiores endógenas como el instinto vital, la genética, o a fuerzas superiores exógenas como los dioses o Díos, los planetas, etc. Ortega argumentó, como los existencialistas en general, que tenemos libre albedrío que nos permite elegir en cada momento, los diversos caminos que la vida nos ofrece, que las circunstancias nos imponen. Escribió:
«Yo no me he dado la vida, sino al revés, me encuentro en ella sin quererlo, sin que se me haya consultado previamente ni se me haya pedido la venia. (...) Vida es, pues, un tener siempre, quiera o no, que hacer algo. La vida que me ha sido dada, resulta que tengo de hacérmela yo. Me es dada, pero no me es dada hecha, como al astro o la piedra le es dada su existencia ya fijada y sin problemas. Lo que me es dado, pues, con la vida es quehacer. La vida da mucho quehacer. Y el fundamental de los quehaceres es decidir en cada instante lo que vamos a hacer en el próximo. Por eso digo que la vida es decisiva, es decisión. Tenemos, pues, estos tres caracteres: 1º, la vida se entera de sí misma; 2º, la vida se hace a sí misma; 3º, la vida se decide a sí misma.»
(Ortega y Gasset, Unas lecciones de metafísica, Revista de Occidente en Alianza Editorial, pp. 55-56; el puesto de relieve BOLD es acción de nosotros).
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